martes, 26 de noviembre de 2013

Y... "LA ENAJENACIÓN MENTAL DEL AMOR"

        Una prestigiosa escultora Londinense comienza a recibir ramos de rosas con unas extrañas tarjetas. James, su mejor amigo y recién ascendido a inspector de homicidios llevará el caso de un inquietante entresijo de mentes dementes que matan por amor; de amores imposibles que perduran en el tiempo y a los que se insiste en no renunciar; de amores degradantes sin ningún atisbo de futuro; de amor de madre… amor de amantes; de amores engañosos que algunos no ven y dejan pasar, y de amores verdaderos que perduran en el tiempo.  

Una historia de AMOR... tan buscado como odiado, tan deseado como repudiado. Hay a quien enajena y a otros envenena, pero a todos, sin distinción, nos embauca en las redes de la perdición.

COMING SOON!!


PROXIMAMENTE "EL DEPREDADOR DE MARIPOSAS"

          John Foster, un renombrado entomólogo obsesionado con las mariposas viaja a Perú en una nueva expedición. Tras años de ausencia regresa a San Francisco con lo que en un principio creen ser una fuerte depresión. Adrian, su mejor amigo desde la infancia lo acoge en casa, pero lo que aún no sabe nuestro desafortunado protagonista, es que a partir de ese día, su vida se convertirá en una sucesión de continuas desgracias. Su incondicional amistad hacia John no le dejará ver al asesino que dará un giro de ciento ochenta grados a su vida.


. El viaje de los viajes, su paraíso personal. Llevaba soñando con ir a aquel lugar desde que comenzó la carrera, y el que tuvo que posponer en diversas ocasiones debido a contratiempos inesperados. Solía decir que los contratiempos no eran inesperados, que aparecían cuando menos los esperabas, eso sí, pero que si así sucedía, alguna buena razón habría. Caminos que se acortan y disipan. Senderos que reaparecen y engrandecen. Así era su filosofía con los caminos de la vida.


          El sendero de Perú reapareció, y tal y como él predijo, le llevó a uno de los pilares de su vida. Pillpintu, así era como la llamaba, mariposa en el idioma Quechua. Decía que no existía mariposa que se le pareciera, con lo que le otorgó el nombre en sí. Nunca lo había visto tan pletórico, lo tenía todo... a su paraíso... a su diosa... a sus mariposas. 

B.v.

viernes, 11 de octubre de 2013

UN NUEVO PROYECTO, UNA NUEVA AVENTURA

Mañana, día 12 de Octubre, da comienzo un nuevo proyecto www.lexkindle.com donde los lectores serán los que elija el rumbo y desenlace de las historias. Para ello, he readaptado mi primera novela "visiones de un destino" para todos los públicos, y dónde capítulo a capítulo, los lectores podrán cambiar, a su antojo y semejanza, el destino de la protagonista, Clhoé. También se podrán encontrar mis dos siguiente publicaciones: "El depredador de mariposas" y "La enajenación mental del amor", que saldrán próximamente a la venta en Amazón (ebook) y en Create Space (bajo demanda). Dar las gracias a Daniel Sotelino, porque sin él, estaría viviendo este proyecto desde la distancia; a Oscar Hernandez por ser el artífice de esta gran plataforma, y a Mariela Martinez, porque sin tus diseños de portada esto tampoco hubiera sido posible. Gracias!!!


viernes, 15 de febrero de 2013

CORDURA O LOCURA


  ¿Cómo diferenciar la cordura de la enajenación mental? ¿Cómo sabemos que podemos confiar en la persona que tenemos frente a nosotros? ¿Cómo distinguir a un demente de una persona cuerda? ¡Una ardua tarea!
Solemos tachar de desequilibradas a las personas por su apariencia de abandono y ademanes lunáticos. Bajo nuestra mirada juiciosa, los excluimos de nuestro círculo, un círculo que creemos se rodea de personas que están en su sano juicio. Deberíamos preguntarnos, si las personas a las que hemos dado la oportunidad de estar en nuestro entorno, deberían estar en él, o no. Personas a las que acabamos de conocer y automáticamente les concedemos nuestra amistad por el mero hecho de ser educado/a, guapo/a y vestir ropa recatada. Por haber viajado y hablar varios idiomas. Por tener un buen nivel adquisitivo y un coche lujoso. Así somos los humanos, nos deslumbramos por la fachada y no miramos en el interior, que es donde realmente, se llega a conocer a las personas. Nos quedamos impresionados con discursos bien narrados de un completo desconocido y damos por sentado que es cierto todo lo que dice. Nos llegamos a creer historias tan inverosímiles como que el ser humano puede volar. Lo expresan con tanta cordura y fundamentos, que hasta las locuras se nos antojan verdades. Es el poder de las palabras, el don del buen narrador, el pragmatismo de las personas el que nos hace, no valorar, si la exposición es una simple historia en mente de una persona que no discierne de la realidad. Están tan inmersos en sus creencias, que son verdaderamente locuaces, y nos hacen recapacitar sobre temas que en boca de personas de nuestro alrededor, no hubiéramos siquiera prestado atención, es más, le hubiéramos dicho que era un demente y habríamos zanjado el tema con un “¡no sabes lo que estás diciendo!”. Ahora, si llega un completo desconocido y nos hace una buena exposición, nos quedamos boquiabiertos y valoramos todo cuanto nos dice.
Tenemos sensores que nos indican, según el juicio de cada uno de nosotros, de quién es bueno o quién es malo, independientemente de si nos equivocamos o no. Y aún dándonos cuenta de que esa persona que nos deleita con historias de marcianos no está muy bien de la azotea, seguimos en nuestros trece pensando que quizás esa persona haya encontrado o visualizado algo que a nosotros se nos haya pasado por alto. Nos vienen a la cabeza personas como Leonardo da Vinci, uno de entre tantos visionarios que diseñó un avión en el siglo XV, y nos vienen ideas de lo que pensaría la gente de ese disparatado artilugio. Le damos el margen de la duda a una persona que nos persuade con un ideal bien detallado, por el mero hecho de pensar si no estará en lo cierto. ¿Y si... yo pienso que no es cierto y luego resulta ser verdad y lo he puesto en entredicho? ¿Y si... resulta ser el primer ser humano en volar y yo lo he tachado de desequilibrado? Pero... ¿Cómo saber discernir entre un lado u otro? ¿No creéis que en el siglo XV también tacharon de locos a los visionarios que expusieron su idea de surcar los cielos?
Es tan delgada la línea que delimita la cordura de la locura, que nunca sabremos diferenciar a un lunático de una persona cuerda, exceptuando, por supuesto, los casos que son obvios a nuestros ojos. Los casos donde la otra persona dice ser Juana de Arco o Joda de la Guerra de la Galaxias. Y en otros casos, que por desgracia no llegamos a darnos cuenta, personas inocentes perecen en manos de ejecutores que dicen seguir el mandato de una voz interior.
Estemos alerta. Hay personas con gran elocuencia persuasiva que pueden hacer que creamos lo que ellos deseen hacernos ver, por muy inalcanzable que nos pueda parecer. Por eso hay que tener siempre los pies pegados al suelo y no dejarse arrastrar por corrientes a las que no pertenecemos, y ante todo, no hacer juicios premeditados de personas a las que no conocemos.  

domingo, 27 de enero de 2013

ESO


Bajo la luz de la luna
te digo que eso.
Esa palabra
que cuesta tanto decir,
que la llevo dentro
tan clavada en mis adentros,
y que siento que me hará sufrir.
Miedo a expresarla
y a no ser correspondida.
Miedo a decirla
y a que se evapore.
Miedo a pensar en lo eterno
y a que se disipe con el tiempo.
Un tiempo preciado
que muero por vivir a tu lado.
Un... miedo a que desparezcas para siempre.
Un... miedo a perderte,
a no sentirte a mi lado.
Esta noche perdí el miedo
y te digo que te quiero.
Porque quiero que sepas
lo feliz que soy a tu lado,
lo afortunada que soy
al haberte conocido,
y porque esta historia,
nuestra historia,
es difícil de expresar con palabras.
Por eso te digo,
que eso,
que ya perdí el miedo
y te grito a los cuatro vientos
¡QUE TE QUIERO!

sábado, 15 de diciembre de 2012

EVOLUCIÓN O EXTINCIÓN

¿Por qué el ser humano se sentencia al sufrirmiento?
¿Por qué escojemos siempre el camino pedregoso?
¿Será quizás lo que hemos ido cultivando desde nuestra infancia?
¿Será quizás que no percibimos la vida sin sufrimiento?
Los seres humanos tropezamos reiteradamente con la misma piedra y no encontramos otra vía de escape a nuestra tozudez. Nos empeñamos en seguir el camino que nos han marcado otros, y no intentamos variar ni un ápice el sendero que nos conduce directamente a la autodestrucción.
Parémonos a reflexionar un segundo hacia donde vamos, y tras dar este gran paso, el paso de vernos a nosotros mismos, podremos emprender un nuevo camino. Un camino que cuando vemos frente a nosotros, se abre deseoso de ser transitado:
Transitado por la humanidad,
transitado por el cambio,
transitado por los nuevos pensamientos,
transitado por los grandes pensadores hacia un mundo mejor,
donde la animadversión, y la vehemencia, se quedarán atrás obsoletos en el tiempo.

B.v.

lunes, 26 de noviembre de 2012

SUEÑOS DESECHOS POR UN PAPEL


        Un certificado...un título universitario... ¿Nos hacen estos papeles más inteligentes? ¿Nos ayudan a desempeñar mejor nuestro trabajo? ¿Nos creemos superiores a los demás por poseerlos? Parece ser que en la actualidad, sin uno de estos papeles no somos nadie, y estamos completamente equivocados. Cada uno de nosotros tiene un don, una habilidad innata para desempeñar ciertas tareas. Hay personas que nacen con un oído privilegiado y sin tan siquiera tener conocimientos de música te deleitan con un instrumento en la mano. Hay personas que aprenden idiomas tan sólo escuchando, y otras que por los conocimientos que tienen sobre el comportamiento humano de su día a día, podrían ejercer como psiquiatras igual o mejor que cualquier persona con titulación universitaria. La verdad de todo esto es que hay personas que nacen con una vocación, que son constantes, que perseveran en sus objetivos y que ningún título les va ha impedir no llegar a su meta. Algunos nacen con estrella y otros estrellados, algunos nacen en una nube de algodón y otros en las calles, y todos, sin excepción, tienen las mismas posibilidades. Sólo hay que mirar a nuestro alrededor.¿Cuantas personas de las que te rodean  tienen títulos universitarios y acaban trabajando en una profesión completamente distinta? ¿No será que nuestros progenitores querían algo para nosotros? ¿No será que ni tan siquiera nosotros mismos sabíamos lo que queríamos?

      Llegamos a la edad adulta sin saber realmente lo que queremos ser en esta vida. Hagámonos una sencilla pregunta, realmente, ¿qué queremos hacer?, ¿a qué nos queremos dedicar? La gran mayoría de nosotros contestará <<no lo sé, no tengo ni idea>> Nos quedaremos pensativos un buen rato y contestaremos que queremos trabajar menos horas, que queremos un trabajo mejor, vivir frente al mar, comprar otro coche,  que nos asciendan o cobrar más dinero e irnos de vacaciones a un crucero o a un todo incluido, pero no diremos que queremos ser físicos, o cantantes, o escritores, porque nosotros mismos nos hemos puesto muros y seguimos pensando que aquello que realmente queremos ser, es imposible, que no tenemos las certificaciones, que nos faltan títulos. Desempeñamos el primer trabajo que  nos ofrecen aunque no sea nuestro fuerte y odiemos el oficio, ¿por qué? Porque hay necesidad, porque es lo que nos han impuesto, porque hay que trabajar para pagar, y lo que prevalece es la supervivencia y el bienestar de los nuestros. Sin darnos cuenta estamos metidos en un círculo del que no podemos salir, donde nos encontramos atrapados en el sistema del consumo como buena oveja de su rebaño.

      Y es que... ¿qué es lo que nos impide desempeñar la profesión que siempre hemos querido realizar? Pensemos en lo primero que nos piden para cualquier trabajo, "el nivel mínimo de estudios". Por muchos idiomas que hables, por más experiencia que tengas, si tu sueño es trabajar en un hotel o en un aeropuerto y no tienes el título de turismo, te rechazan sin tan siquiera darte una mínima oportunidad, te ponen la etiqueta de NO VÁLIDO por el mero hecho de no tener el tan preciado papel, y por esa regla de tres, hay muchísimas personas que ni lo intenta. ¡Ahí es donde la gran mayoría se equivoca! ¡SI  HAY OPORTUNIDADES! Si realmente esa es la profesión para la que has nacido, tienes constancia y perseveras, encontrarás el medio de conseguirlo. Siempre hay puertas abiertas, aunque no lo creas. ¡Qué ningún papel te detenga en lo que tú crees! ¡Qué nadie te diga que no vales y te infravalore por ello!

      Somos lo que la sociedad quiere que seamos poniéndonos etiquetas de VÁLIDO o NO VÁLIDO, ofreciendo títulos a diestro y siniestro de nuevas especialidades tan sólo para que nos equiparemos entre nosotros y desatar la competitividad agresiva entre el ser humano. Hay una escuela en Rajastán, en la India, en la que no se dan certificados ni licenciaturas, se llama "La escuela de descalzos", creada por Bunker Roy y en la que prevalece las capacidades innatas de los seres humanos. Y es que en esta escuela no importa que seas analfabeto para levantar un edificio o hacer una instalación solar, y donde un profesional, es la combinación de fe y confianza.

       Quiero también citar a uno de tantos ejemplos de personas como tú y como yo que se formaron así mismos seguidos por una vocación. Michael faraday es considerado uno de los científicos más influyentes de todos los tiempos, y ¿adivinar qué?, NUNCA TUVO EDUCACIÓN REGLADA. Trabajó en una fábrica de encuadernación de libros, y fue allí, donde adquirió los conocimientos necesarios para sus logros tras leer innumerables escritos sobre ciencia. Quedó tan impresionado, que enfocó su futuro hacia este campo y solicitó un trabajo como asistente del mejor científico de Londres por aquella época, Humphrey Davy, y cómo no, fue rechazado por no tener los estudios pertinentes. Michael no cesó en su empeño, y tras un año insistiendo consiguió trabajo donde pudo desarrollar todo el potencial que llevaba dentro, y gracias a él, hoy podemos disfrutar de: la inducción electromagnética, el motor eléctrico, el generador eléctrico, el mechero Bunsen y la galvanización, entre muchos otros.

      Con este ejemplo quiero impulsar a las personas que tienen un don y que han sido rechazadas por no tener las certificaciones pertinentes, que sigan adelante con la cabeza bien alta, que no se dejen infravalorar, que sean persistentes, y ante todo, que no cesen en el empeño de perseguir sus sueños.

B.v.